La política que lleva a cabo el gobierno que disfrutamos, está planteada con malicia, porque aparte de que miente nos trata como a ignorantes. Nos miente diciendo lo contrario de lo que hace, y cuenta que, como súbditos poco desarrollados que nos considera, nos creamos lo que dice.
Hoy nos desayunamos con la noticia que a partir de pasado mañana nos suben el recibo de la luz un 4,8%. Pero es que además, suben los demás recibos que nos llegan a casa mensualmente, y sube también cualquier producto necesario para seguir viviendo.
Y lo curioso es que al final del año, el gobierno nos anunciará que la carestía de vida ha subido un 2% o parecido. ¿Es serio esto?
Lo peor, no obstante, es la falacia que emplea para hacernos creer que como gobierno comprometido con los más débiles económicamente, a los que cobren más de 100.000 € les aumentará el IRPF, lo que puede significar para éstos tomar tres güiquis menos al año, mientras que para los funcionarios o pensionistas, con las restricciones llevadas a cabo, puede significar comer un día menos al mes.
Sin tener en cuenta los extremos, o sea, los ricos, que apenas pagan impuestos, y los pobres que apenas tienen ingresos.
jueves, 23 de septiembre de 2010
jueves, 9 de septiembre de 2010
LOS INGLESES
La enemistad entre ingleses y españoles viene de antiguo, y mal que nos pese, nosotros siempre fuimos los acosados y ellos los beneficiados.
Mucho más prácticos que nosotros, ellos han sabido moverse siempre en las aguas de la piratería y la diplomacia mucho mejor que nosotros, porque mientras nosotros nos debatíamos en discursos inútiles sobre el sexo de los ángeles, ellos no perdían el tiempo en banalidades y, sin cargo de conciencia alguno, ejecutaban lo que hubiera que ejecutar si con ello conseguían beneficios.
Hoy, aparte del escenario, no ha cambiado nada más. Su proceder sigue con las mismas intenciones de siempre: dañarnos. O al menos, conseguir beneficios a nuestra costa. ¿Ejemplos? Defender la causa de ETA, presentándolos como patriotas que buscan deshacerse de los opresores españoles. O acosar y amenazar a las patrullas de la guardia civil en aguas jurisdiccionales españolas, al tiempo que ensanchan su territorio gibraltareño.
Y todo ello por la debilidad de nuestro gobierno. O sea, como siempre.
Mucho más prácticos que nosotros, ellos han sabido moverse siempre en las aguas de la piratería y la diplomacia mucho mejor que nosotros, porque mientras nosotros nos debatíamos en discursos inútiles sobre el sexo de los ángeles, ellos no perdían el tiempo en banalidades y, sin cargo de conciencia alguno, ejecutaban lo que hubiera que ejecutar si con ello conseguían beneficios.
Hoy, aparte del escenario, no ha cambiado nada más. Su proceder sigue con las mismas intenciones de siempre: dañarnos. O al menos, conseguir beneficios a nuestra costa. ¿Ejemplos? Defender la causa de ETA, presentándolos como patriotas que buscan deshacerse de los opresores españoles. O acosar y amenazar a las patrullas de la guardia civil en aguas jurisdiccionales españolas, al tiempo que ensanchan su territorio gibraltareño.
Y todo ello por la debilidad de nuestro gobierno. O sea, como siempre.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
CUARENTA AÑOS
Todavía se sigue hablando de la época pasada con aquella frase de los cuarenta años. Se ha quedado ahí anclada y ya no hay quien la mueva. La realidad es que no fueron cuarenta años, pero cuando se menciona, todos sabemos a lo que nos refirimos.
Y sin darnos cuenta - o al menos todavía nadie ha entrado a valorarlo de esa manera - en la era actual estamos acercándonos a esa misma frase. Todavía faltan unos pocos años, es cierto, pero, eso, pocos.
Y dejando aparte la diferencia de no vivir en una dictadura, para el español medio, ¿qué ha cambiado en toda esta trayectoria? Me refiero a la cuestión práctica de la vida, la tranquilidad económica, por ejemplo, que es lo que afecta a cada uno de nosotros.
No mucho. Yo veo que los que antes tenían dificultades para terminar el mes, sus hijos las tienen actualmente igual. Y los que antes ocupaban despachos, moquetas y coche oficial, sus hijos heredaron esos privilegios.
Sí, sí, hay excepciones. Siempre las hay, pero a grosso modo...
También es cierto que a nuestro alcance tenemos hoy muchas ventajas que antes no teníamos, pero en aquellos cuarenta años, tampoco fueron igual los años cuarenta que los sesenta.
O sea, eso forma parte del proceso natural de la sociedad. Lo demás, son historias.
Y sin darnos cuenta - o al menos todavía nadie ha entrado a valorarlo de esa manera - en la era actual estamos acercándonos a esa misma frase. Todavía faltan unos pocos años, es cierto, pero, eso, pocos.
Y dejando aparte la diferencia de no vivir en una dictadura, para el español medio, ¿qué ha cambiado en toda esta trayectoria? Me refiero a la cuestión práctica de la vida, la tranquilidad económica, por ejemplo, que es lo que afecta a cada uno de nosotros.
No mucho. Yo veo que los que antes tenían dificultades para terminar el mes, sus hijos las tienen actualmente igual. Y los que antes ocupaban despachos, moquetas y coche oficial, sus hijos heredaron esos privilegios.
Sí, sí, hay excepciones. Siempre las hay, pero a grosso modo...
También es cierto que a nuestro alcance tenemos hoy muchas ventajas que antes no teníamos, pero en aquellos cuarenta años, tampoco fueron igual los años cuarenta que los sesenta.
O sea, eso forma parte del proceso natural de la sociedad. Lo demás, son historias.
martes, 7 de septiembre de 2010
AUSTERIDAD
Vuelve a sonar la palabra austeridad en los medios. O tal vez no ha dejado de sonar nunca, no lo sé. Lo cierto es que sería mejor, en vez de hablar tanto, ponerla en práctica.
Porque, ¿de qué sirve que se mencione tanto, si todo el fuelle se agota con la mención? Por bien que queden las palabras, si después no se pasa a la acción es como querer engordar mirando cómo comen los demás.
Es sabido que somos una sociedad de palabras, de hablar mucho quiero decir; de proyectos; de ilusionarnos en el fragor de la conversación. Y lo mismo que nos encendemos, nos apagamos. Y eso se refleja en un sin fin de ejemplos, y el que con más fuerza sobresale, sin lugar a dudas, son los políticos, que con el tiempo han convertido los discursos en un arte digno de admirar, porque hablan mucho sin decir gran cosa.
En cuanto a la austeridad, son precisamente ellos los que más la mencionan, y también los que menos la practican. Y como al pueblo nunca se le enseñó que el dinero que gasta el gobierno sale de sus bolsillos, todavía hoy siguen creyendo que un gobierno es más generoso cuanto más gasta.
Pero la virtud se descompone cuando los actos son lo contrario de las palabras.
Porque, ¿de qué sirve que se mencione tanto, si todo el fuelle se agota con la mención? Por bien que queden las palabras, si después no se pasa a la acción es como querer engordar mirando cómo comen los demás.
Es sabido que somos una sociedad de palabras, de hablar mucho quiero decir; de proyectos; de ilusionarnos en el fragor de la conversación. Y lo mismo que nos encendemos, nos apagamos. Y eso se refleja en un sin fin de ejemplos, y el que con más fuerza sobresale, sin lugar a dudas, son los políticos, que con el tiempo han convertido los discursos en un arte digno de admirar, porque hablan mucho sin decir gran cosa.
En cuanto a la austeridad, son precisamente ellos los que más la mencionan, y también los que menos la practican. Y como al pueblo nunca se le enseñó que el dinero que gasta el gobierno sale de sus bolsillos, todavía hoy siguen creyendo que un gobierno es más generoso cuanto más gasta.
Pero la virtud se descompone cuando los actos son lo contrario de las palabras.
lunes, 6 de septiembre de 2010
HASTA LA VISTA
Hoy en día todavía se oye decir "adiós" en las despedidas, fórmula abreviada de aquella otra "quede usted con Dios" o "vaya usted con Dios", que expresaba los buenos deseos hacia el interlocutor.
Al parecer, actualmente "adiós" queda muy corto y carente de calor. Será por eso que muchos han dejado de expresarlo. Algo que va con los tiempos actuales, que buscamos no perder demasiado tiempo. Y sin embargo, bastante contradictorio con la expresión "hasta luego", más usada en la actualidad. Pero vamos a dejarlo ahí, porque las contradicciones del ser humano son infinitas.
Lo cierto es que actualmente hacemos mucho más uso del "hasta luego". Incluso aquellos que quieren envolverlo en celofán, dicen "hasta lueguito". Algo cursi queda la frase, pero...
Aun así, la verdad es que pronunciar dos palabras en la despedida parece que suene más envolvente, como si se potenciaran los buenos deseos hacia el otro.
O tal vez todo sea solo cuestión de modas, igual que hubo una época que se decía "hasta la vista", despedida que ha desaparecido del vocabulario, pero que entonces hacía furor, tanto que eran las primeras palabras que aprendían los turistas que comenzaban a llenar las playas mediterráneas.
Pues eso, cuestión de modas.
Al parecer, actualmente "adiós" queda muy corto y carente de calor. Será por eso que muchos han dejado de expresarlo. Algo que va con los tiempos actuales, que buscamos no perder demasiado tiempo. Y sin embargo, bastante contradictorio con la expresión "hasta luego", más usada en la actualidad. Pero vamos a dejarlo ahí, porque las contradicciones del ser humano son infinitas.
Lo cierto es que actualmente hacemos mucho más uso del "hasta luego". Incluso aquellos que quieren envolverlo en celofán, dicen "hasta lueguito". Algo cursi queda la frase, pero...
Aun así, la verdad es que pronunciar dos palabras en la despedida parece que suene más envolvente, como si se potenciaran los buenos deseos hacia el otro.
O tal vez todo sea solo cuestión de modas, igual que hubo una época que se decía "hasta la vista", despedida que ha desaparecido del vocabulario, pero que entonces hacía furor, tanto que eran las primeras palabras que aprendían los turistas que comenzaban a llenar las playas mediterráneas.
Pues eso, cuestión de modas.
domingo, 5 de septiembre de 2010
CREDIBILIDAD
"Gana fama y échate a dormir", reza el refrán. Pero a mí nunca terminó de gustarme la expresión. Ganarse una reputación cuesta mucho, y si nos echamos a dormir, es posible que por inercia mantengamos la buena imagen durante un tiempo, pero solo durante un tiempo.
Y esto es tan válido para la persona como para cualquier empresa, organización o sociedad. Sirve tanto para la iglesia como para un partido político, para un empresario como para una organización de caridad.
Lo suyo es trabajar duro para ganarse la credibilidad, y después continuar trabajando duro para mantenerla, pero al parecer, actualmente la sociedad no está por la labor. Queremos resultados inmediatos y con el menor esfuerzo.
No es de extrañar, pues, que organizaciones antiguas y con mucha solera, estén pasando por un momento de desaliento. Es el ejemplo de la iglesia, y también el de cien años de honradez, que se oía decir no hace mucho, que no ahora, cuya credibilidad ha caído a ras de suelo.
Los malos ejemplos debilitan a marchas forzadas el buen nombre, y aunque se repita insistentemente lo contrario, la credibilidad no se recupera con triquiñuelas, embustes y engaños.
Y esto es tan válido para la persona como para cualquier empresa, organización o sociedad. Sirve tanto para la iglesia como para un partido político, para un empresario como para una organización de caridad.
Lo suyo es trabajar duro para ganarse la credibilidad, y después continuar trabajando duro para mantenerla, pero al parecer, actualmente la sociedad no está por la labor. Queremos resultados inmediatos y con el menor esfuerzo.
No es de extrañar, pues, que organizaciones antiguas y con mucha solera, estén pasando por un momento de desaliento. Es el ejemplo de la iglesia, y también el de cien años de honradez, que se oía decir no hace mucho, que no ahora, cuya credibilidad ha caído a ras de suelo.
Los malos ejemplos debilitan a marchas forzadas el buen nombre, y aunque se repita insistentemente lo contrario, la credibilidad no se recupera con triquiñuelas, embustes y engaños.
sábado, 4 de septiembre de 2010
LAS DEBILIDADES
A pesar de las deficiencias que ofrece nuestro sistema democrático hay quien dice que es el sistema menos malo. Y tendrá razón, pero eso no nos alivia de las injusticias.
Y para justificar el sistema, hay quien añade que las deficiencias son fruto del hombre y su egoísmo, pero que el sistema, bien llevado, es bueno.
¡Toma! Claro que son las malas artes del hombre lo que hace malo al sistema. Por eso los mecanismos de la democracia deberían de funcionar de forma correcta, como están establecidos, sin privilegios para nadie, que son la causa de las deficiencias.
Porque si lo miramos sin pasiones, reconoceremos que todas las doctrinas son perfectas, bien llevadas se entiende, e igual podríamos vivir como en el paraiso en un régimen cristiano como en uno comunista, incluso en uno de tendencia anarquista.
Es el hombre quien embrutece la convivencia en su afán, no de vivir bien, sino de vivir mejor que el vecino, y débil como es su naturaleza, se deja arrastrar facilmente ante la tentación. Eso que ahora llamamos corrupción.
Y para justificar el sistema, hay quien añade que las deficiencias son fruto del hombre y su egoísmo, pero que el sistema, bien llevado, es bueno.
¡Toma! Claro que son las malas artes del hombre lo que hace malo al sistema. Por eso los mecanismos de la democracia deberían de funcionar de forma correcta, como están establecidos, sin privilegios para nadie, que son la causa de las deficiencias.
Porque si lo miramos sin pasiones, reconoceremos que todas las doctrinas son perfectas, bien llevadas se entiende, e igual podríamos vivir como en el paraiso en un régimen cristiano como en uno comunista, incluso en uno de tendencia anarquista.
Es el hombre quien embrutece la convivencia en su afán, no de vivir bien, sino de vivir mejor que el vecino, y débil como es su naturaleza, se deja arrastrar facilmente ante la tentación. Eso que ahora llamamos corrupción.
viernes, 3 de septiembre de 2010
¿IGUALES ANTE LA LEY?
Seguramente que usted también lo ha leído o lo ha escuchado. Me refiero a la nueva ley de inmunidad para diputados, senadores y sindicatos. ¡Viva la Pepa!
Por lo visto son tantos los desmanes que hacen que para no agobiar a jueces y fiscales prefieren que éstos tengan más tiempo para la plebe, de la que ellos cada vez se sienten más alejados.
No solamente que disfrutan de beneficios que a cualquier persona honesta le daría vergüenza aceptar; no solamente que cada año, haya carestía, escasez o millones de españoles carezcan de lo más elemental, ellos aprueben por unanimidad - curioso, es en lo único que no hay discrepancias - una sustanciosa subida de salario; no solamente que su posición de aforados ya les permite cometer tropelías a diestro y siniestro lo que significa trabas a la justicia para perseguir sus desmanes, que ahora, por si todo eso fuera poco, aprueban la ley de inmunidad.
Como para creer eso que tanto repiten: "Todos los españoles somos iguales ante la ley". ¿Usted lo cree?
Por lo visto son tantos los desmanes que hacen que para no agobiar a jueces y fiscales prefieren que éstos tengan más tiempo para la plebe, de la que ellos cada vez se sienten más alejados.
No solamente que disfrutan de beneficios que a cualquier persona honesta le daría vergüenza aceptar; no solamente que cada año, haya carestía, escasez o millones de españoles carezcan de lo más elemental, ellos aprueben por unanimidad - curioso, es en lo único que no hay discrepancias - una sustanciosa subida de salario; no solamente que su posición de aforados ya les permite cometer tropelías a diestro y siniestro lo que significa trabas a la justicia para perseguir sus desmanes, que ahora, por si todo eso fuera poco, aprueban la ley de inmunidad.
Como para creer eso que tanto repiten: "Todos los españoles somos iguales ante la ley". ¿Usted lo cree?
jueves, 2 de septiembre de 2010
CULTURAS DISPARES
Muy posible que el deseo que muestran los progresistas del mundo occidental a un entendimiento con la cultura islámica se deba al desconocimiento del origen de la rivalidad entre árabes y judíos, y más tarde con el cristianismo.
Todo comenzó con Abraham, cuya esposa, Sara, estéril hasta muy avanzada edad, aconsejó a su esposo engendrar un hijo con su esclava egipcia Agar, y así vino al mundo Ismael. Posteriormente Sara tuvo a Isaac, y exigió a Abraham de enviar al desierto a la esclava Agar y su hijo Ismael.
Y así crecieron dos hijos de Abraham, distanciándose sus respectivos pueblos cada vez más uno de otro. Más tarde, hacia el año 570 d.C. nació Mahoma, fundador del Islam, quien no solo se enfrentó al cristianismo, sino que siguió las luchas contra los descendientes de Isaac. Y así siguen. Y así seguimos.
Todo esto está en la historia, y cualquiera que haya asistido a la escuela elemental lo conoce, pero como los progres se interesan solo por el progreso, parece ser que el pasado les importa un haba. Y el no conocerlo, a veces, les hace cometer errores de bulto.
Por lo tanto, dejemos a los musulmanes con su cultura, porque por mucho que nos empeñemos no los vamos a cambiar, y que ellos nos dejen tranquilos a nosotros, porque de lo contrario, ellos sí cambiarán la nuestra.
Todo comenzó con Abraham, cuya esposa, Sara, estéril hasta muy avanzada edad, aconsejó a su esposo engendrar un hijo con su esclava egipcia Agar, y así vino al mundo Ismael. Posteriormente Sara tuvo a Isaac, y exigió a Abraham de enviar al desierto a la esclava Agar y su hijo Ismael.
Y así crecieron dos hijos de Abraham, distanciándose sus respectivos pueblos cada vez más uno de otro. Más tarde, hacia el año 570 d.C. nació Mahoma, fundador del Islam, quien no solo se enfrentó al cristianismo, sino que siguió las luchas contra los descendientes de Isaac. Y así siguen. Y así seguimos.
Todo esto está en la historia, y cualquiera que haya asistido a la escuela elemental lo conoce, pero como los progres se interesan solo por el progreso, parece ser que el pasado les importa un haba. Y el no conocerlo, a veces, les hace cometer errores de bulto.
Por lo tanto, dejemos a los musulmanes con su cultura, porque por mucho que nos empeñemos no los vamos a cambiar, y que ellos nos dejen tranquilos a nosotros, porque de lo contrario, ellos sí cambiarán la nuestra.
¿BIENESTAR SIN ESFUERZO?
La evolución que hemos vivido los españoles en los últimos cincuenta años nadie puede negar que ha sido espectacular. Al menos es la impresión que se tiene de nosotros en el resto del mundo. Y también la que tenemos nosotros, aunque no sé si en las mismas dimensiones.
Un hecho es que nos hemos situado entre los países más avanzados del planeta, lo cual es una proeza. Sin embargo, la pregunta que surge a continuación es si estamos capacitados para mantener esa posición. Los últimos resultados parece que lo pongan en duda.
Y es que el bienestar nos ha hecho cómodos, y cuando se baja la guardia se acaba rápidamente. ¿Qué hacen otros países para mantenerse siempre arriba? Trabajan duro, y tienen un mercado de trabajo muy competitivo, y tal vez nosotros nos hemos anquilosado en nuestro modelo laboral. Heredado, por cierto, del antiguo régimen.
Pero hoy todo es diferente, y nuestra situación actual tampoco es aquella de antaño en la que el trabajador quizás necesitara estar protegido. Y sin embargo, orgullosos de nuestros logros seguimos sin renunciar a esa protección laboral que nos empuja a la indolencia.
Porque bienestar y comodidad sin esfuerzo es algo difícil de casar.
Un hecho es que nos hemos situado entre los países más avanzados del planeta, lo cual es una proeza. Sin embargo, la pregunta que surge a continuación es si estamos capacitados para mantener esa posición. Los últimos resultados parece que lo pongan en duda.
Y es que el bienestar nos ha hecho cómodos, y cuando se baja la guardia se acaba rápidamente. ¿Qué hacen otros países para mantenerse siempre arriba? Trabajan duro, y tienen un mercado de trabajo muy competitivo, y tal vez nosotros nos hemos anquilosado en nuestro modelo laboral. Heredado, por cierto, del antiguo régimen.
Pero hoy todo es diferente, y nuestra situación actual tampoco es aquella de antaño en la que el trabajador quizás necesitara estar protegido. Y sin embargo, orgullosos de nuestros logros seguimos sin renunciar a esa protección laboral que nos empuja a la indolencia.
Porque bienestar y comodidad sin esfuerzo es algo difícil de casar.
miércoles, 1 de septiembre de 2010
POBRES DE NOSOTROS
Hoy, primero de septiembre, hemos oído que comienza el curso 2010/2011.
Por lo que oímos, hoy comienza el otoño caliente que desde hace no sé cuánto tiempo vienen augurando los voceros oficiales de la comunicación. Habrá que hacerles caso, aunque por el momento, precisamente hoy han bajado las temperaturas, y nos dicen que es solo el principio, porque en los próximos días van a bajar más.
También oímos decir que hoy comienza la precampaña de las votaciones que tenemos en ciernes. Y esta noticia, lo confieso, a mí me desconcierta. ¡Pero si desde que terminaron las últimas no han dejado de hablar de lo mismo! ¡Pero si somos un país que vive en constante precampaña!
Pero como de estas cosas solo hablan los que viven del cuento (incluidos los de los medios, claro) es comprensible que lo demás, los que no estamos al quite, no nos enteremos de qué va la cosa y desconozcamos los insultos que se propinan a cada momento.
Ah, y también comienza el regateo por los presupuestos. Pobres de nosotros, con el buche insaciable que tienen esos que nos miran como a extranjeros, ya digo, pobres de nosotros.
Lo que no comienza hoy es el curso escolar, que comenzará unos días más tarde, aunque también nos auguran que será calentito con esas nuevas asignaturas para que los jóvenes de cuatro o cinco años conozcan cómo nos reproducimos... y una vez aprendido acudan al técnico para, a voluntad propia, lo interrumpan.
Ya digo, pobres de nosotros.
Por lo que oímos, hoy comienza el otoño caliente que desde hace no sé cuánto tiempo vienen augurando los voceros oficiales de la comunicación. Habrá que hacerles caso, aunque por el momento, precisamente hoy han bajado las temperaturas, y nos dicen que es solo el principio, porque en los próximos días van a bajar más.
También oímos decir que hoy comienza la precampaña de las votaciones que tenemos en ciernes. Y esta noticia, lo confieso, a mí me desconcierta. ¡Pero si desde que terminaron las últimas no han dejado de hablar de lo mismo! ¡Pero si somos un país que vive en constante precampaña!
Pero como de estas cosas solo hablan los que viven del cuento (incluidos los de los medios, claro) es comprensible que lo demás, los que no estamos al quite, no nos enteremos de qué va la cosa y desconozcamos los insultos que se propinan a cada momento.
Ah, y también comienza el regateo por los presupuestos. Pobres de nosotros, con el buche insaciable que tienen esos que nos miran como a extranjeros, ya digo, pobres de nosotros.
Lo que no comienza hoy es el curso escolar, que comenzará unos días más tarde, aunque también nos auguran que será calentito con esas nuevas asignaturas para que los jóvenes de cuatro o cinco años conozcan cómo nos reproducimos... y una vez aprendido acudan al técnico para, a voluntad propia, lo interrumpan.
Ya digo, pobres de nosotros.
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