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lunes, 31 de mayo de 2010

TELEVISIÓN

Oígo decir muy a menudo que la televisión es una bazofia. Así, generalizando, que es lo propio. Y me pregunto: ¿Será cierto? Y si es cierto que es una bazofia, surge la siguiente pregunta: ¿Y por qué la miran?

Saltan varias voces que, raudas como el viento intentan aclararme que miran lo que hacen, porque no pueden mirar lo que no hacen. Es cierto - pienso - Se cae por su peso.

Pero, digo: Pueden dejar de mirar. Si no les gusta, ¡por qué martirizarse mirarando durante horas lo que no les gusta, y además todos los días!

Me aclaran que eso no es tan fácil. ¡Cómo van a dejar de mirar televisión! Sería el caos. ¿Qué harían, si no?

O sea - reflexiono - mirar televisión forma parte de lo cotidiano. Llegada la hora, uno se sienta ante esa ventana y espera a ver lo que aparece. El interés no es ver sino emplear las horas.

Siendo así, entiendo que todo les parezca una bazofia. Todo.

Porque tal vez no sea cuestión del programa, sino del aburrimiento o falta de interés. O sea, es cuestión de la mente y no de la televisión.

¿O acaso es una bazofia que miran a gusto?

domingo, 30 de mayo de 2010

LA BIBLIA

Hubo una época en que las diferencias entre los evangelistas y los católicos, era abismal. Para éstos últimos todo eran parabienes y facilidades, mientras que aquellos eran vilipendiados, perseguidos y encarcelados. Y se les llamaba protestantes.

Incomprensiblemente, todo eso ocurría cuando más se ensalzaba la doctrina del perdón para los caídos en desgracia y hasta para los malvados.

Con el correr de los años esa balanza tan desequilibrada fue buscando un estado más nivelado, hasta el punto que nos deslizamos un poco hacia el otro extremo, llegando a escuchar ciertas voces que aseguraban que las dos doctrinas, en el fondo, eran lo mismo.

Y es que o no llegamos o nos pasamos. ¿Por qué será tan difícil encontrar ese punto de equilibrio?

Porque, no nos confundamos, diferencias las hay, incluso más de las que parecen, y de mucho mayor calado del que se nos dice. Y como no se trata de enumerarlas, sino de retornar y buscar el punto medio, me limitaré a comentar la más elemental, que no es otra que la lectura de la Biblia.

Los evangelistas han leído siempre la Biblia. Es más, es el libro que unió a los alemanes una vez traducido a su lengua por Lutero. Fue el libro que siempre estuvo presente en cada uno de sus hogares, y que se leía diariamente. ¡Cuántos aprendieron a leer y a escribir con la Biblia!

En cambio, entre los católicos nunca ha existido ese afán de poseer, leer y aprender la Biblia. Todo el mundo sabía de él, pero pocos lo habían visto. Ni en las librerías era fácil encontrarlo. Nunca se fomentó la lectura de la Biblia.

sábado, 29 de mayo de 2010

PARCIALIDAD

Hablar de política entre españoles es iniciar un enfrentamiento... cuando sus ideologías no coinciden. Con lo bien que sería discutir aportando iniciativas en vez de cruzarse insultos.

En caso contrario, es decir, cuando en política sus preferencias coinciden, la conversación resulta pastosa, almibarada. Aunque en otros aspectos de la vida sus puntos de vista difieran de extremo a extremo.

La política es para los españoles, o blanco o negro, sin más matices. Algo así como crimen y castigo. No es extraño, pues, que las estadísticas sobre intención de voto apenas se alteren haga lo que haga el gobienrno de turno.

En mi opinión somos incoherentes y nos equivocamos por completo, porque si un gobierno lo hace bien, hay que reconocerlo, aunque no sea de los "nuestros". Y si lo hace mal, hay que criticarlo, sin que para ello tenga que ser adversario.

Pero, ¿llegará el día que sabremos romper con las ataduras?

viernes, 28 de mayo de 2010

IDIOSINCRASIA

A menudo solemos definir rasgos generales del ser humano como propios nuestros. La envidia, por ejemplo, esa "virtud" que hasta nosotros mismos aceptamos como muy nuestra, no está exenta en otras sociedades. ¿Está presente en mayor o menor grado? Pues, no. Ni en mayor ni menor grado, simplemente porque es condición humana.


Los pecados capitales son inherentes al hombre, por lo tanto no somos mejor ni tampoco peor que otras sociedades. En principio.


Ahora bien, y por muy contradictorio que parezca, existen diferencias entre un pueblo y otro. No a causa de la naturaleza humana, que continua siendo la misma, sino debido a los hábitos que en el transcurso de los siglos nos han impuesto las tendencias religiosas, y a su vez los gobernantes que han surgido de ellas. Eso por una parte, importante, pero no única. No perdamos de vista, por ejemplo, el clima, presente protagonista siempre en el entorno del hombre.


Esas pautas son las que con el paso de los siglos han ido marcando las diferencias. Por lo tanto, el peso de nuestra historia, queramos o no, nos guste o no, es el que ha ido marcando nuestra forma de ser, nuestra forma de tomar la vida y en definitiva nuestra idiosincrasia.


Por eso, aunque no sintamos deseos de valorar nuestra historia y a nuestros antepasados; aunque para muchos sea repelente pensar en tales deferencias; queramos o no, nos guste o no, un hecho es que aun contra nuestra voluntad, no podemos escapar de una realidad.

Muchos lo llevan a orgullo. Otros sufren la pena de no poder cambiar la historia.

jueves, 27 de mayo de 2010

EL EJEMPLO

No es que se hable mucho de ello, pero de vez en cuando, de pronto uno lee un artículo que nos pone en la picota tildándonos de perezosos.

Yo no creo que se nos pueda catalogar como un pueblo de vagos, o no más que otros, porque en aquellos años de emigración la mano de obra española era muy apreciada en todos los paises de Europa, precisamente por su disposición a cumplir y dejar buena imagen.

Entonces, si era así, ¿por qué tenemos esa opinión de nosotros mismos? Creo que hay varias respuestas a esta pregunta. Una, y es la que más he escuchado siempre de los mismos emigrantes, era el ejemplo que veían en sus jefes, siempre al pie del cañón como el primero y sin buscar excusas para escaquearse.

Junto, cogido de la mano venía este otro pequeño detalle, a saber, que los trabajadores se sentían reconocidos, porque a los jefes no les dolía prendas ensalzar un buen trabajo.

Tal vez todo sea cuestión de mimetismo, porque ya lo decía el famoso Keller hace más de trescientos años: el ejemplo es contagioso.

miércoles, 26 de mayo de 2010

EL ETERNO ENFRENTAMIENTO

No se trata de echar las culpas a nadie, aunque siempre hay un culpable, o al menos, por activa o por pasiva, que tanto monta, un causante del deterioro de las cosas. El caso es que en España hemos regresado a aquella situación de enemistad y enfrentamiento que siempre nos ha acompañado, y muchos creíamos ya superada.


El deterioro de nuestras relaciones ha venido a incrementarse a causa de la debilidad económica, según unos, y ésta ha arrastrado a todas las demás, institucional, judicial, moral...
Otros dirán que es a la inversa, que la falta de escrúpulos de la clase dirigente se ha expandido por doquier de tal forma que ya todos corremos ciegos detrás del dinero como única meta a alcanzar, sin tener en cuenta los métodos para lograrlo.
¡Y qué más da que sea el camino de ida o el de regreso! - digo yo. El hecho es, y eso es lo trágico, que existe un grave deterioro institucional que asusta, y como el económico nos está ahogando, hemos comenzado a lanzarnos unos a otros los trastos a la cabeza.
¡Qué bien lo saben hacer los políticos! Causantes del desastre, no dejan de echar carne a los lobos para que entre ellos se descuarticen, y pillos como son, siguen flotando como el corcho por muy revueltas que bajen las aguas.

¿HEMOS AVANZADO?

Los españoles nos enorgullecemos lanzando a los cuatro vientos los avances que hemos realizado en los últimos tiempos. Pero los mayores, los que han vivido las distintas etapas de nuestros últimos setenta años, un tanto decepcionados, quitan importancia y nos cuentan que en cada época han escuchado decir lo mismo.

Somos dados a ensalzar lo que nos gustaría ser, y con unos pocos que repitan un par de veces que ya somos como el resto de los europeos, no tarda la gran masa en creérselo.

Y esos que dicen conocer tan bien el extranjero a través de un esporádico viaje de fin de semana, cuando regresan, gritan a voz en pecho estar convencidos de que en ningún sitio como aquí, porque también allá tienen sus deficiencias.

Sería absurdo negar que en todas partes hay deficiencias, por lo tanto no vamos a discutir por ello. Sin embargo, se olvidan esos exaltados que, ciegos ante la realidad, donde habría que mirar no es en los cambios de las plazas o jardines, sino en el alma de los ciudadanos. Y en ese aspecto, para encontrar nuestros avances hay que hurgar muy hondo, y aun así...

Porque las críticas que doscientos años atrás hacía Larra sobre el proceder de los españoles, podrían suscribirse también hoy sin cambiar una coma. Y acertaría. Igual que lo que apuntaba Ortega más recientemente, o sea, hace cien años sobre sus compatriotas de la época, también sería válido para los españoles de la actualidad.

Entonces, ¿dónde hemos avanzado?

martes, 25 de mayo de 2010

EJEMPLOS

Tengo un amigo con el que discuto bastante a menudo sobre cuestiones políticas. Son discusiones de esas que más que defender una ideología lo que nos importa es, tanto a él como a mí, no ceder en nuestra opinión, porque, sinceramente, en política si mi amigo está verde, yo lo estoy aún más.

Es lo que sucede muchas veces, que defendemos una posición sin habernos asegurado si lo que defendemos es efectivamente real, y en cuanto alguien disiente se monta el pollo... porque, ¿quién es el valiente que echa marcha atrás una vez ha pronunciado la primera palabra?

Los ejemplos nos vienen muy a mano, a veces, para convencer, y así me pasó a mí con mi amigo. Claro que, no sé si acabé convenciéndole.

- Mira - le dije - un buen ejemplo de lo que siempre he querido decirte es este de David Cameron, que nada más llegar al gobierno ha ordenado que sus ministros, sus más allegados, los de arriba del todo, se desplacen en autobús, mientras que nuestro presidente, tras varios años negándose a tomar medidas de ahorro, cuando se ha decidido a tomarlas ha sido con los más débiles, los que menos ganan y los que no pueden defenderse.

Si mi amigo todavía no lo ha entendido, me doy por vencido y ya no vuelvo a hablar de política con él.

lunes, 24 de mayo de 2010

PENTECOSTÉS

Hoy es lunes de Pentecostés, uno de los acontecimientos más importantes para los cristianos, aunque en España nunca se le dió mucha importancia. La prueba de ello es que entre todas las fiestas que celebra la iglesia en nuestro país, ésta de Pentecostés nunca ha figurado entre ellas.

Tampoco se ha divulgado mucho esta celebración, ni la iglesia se ha preocupado gran cosa en explicar el significado. De hecho, para la mayoría de católicos es un día que pasa sin pena ni gloria, y así desde hace la tira de años, por lo que no es de extrañar que muchos de ellos, al no haber celebrado nunca la fiesta, la desconocen por completo, y con ello lo que significa y el alcance que tiene.

Sin embargo, si nos fijamos en la iglesia evangélica, perseguida por Roma durante siglos, y con qué saña, tildándolos de poco menos que demonios (recuérdese que aquí en España, todavía hoy se les apoda protestantes y, además de estar considerados como secta, estaban prohibidos y perseguidos, y no pocas veces encarcelados, medidas que estuvieron en vigor hasta no hace mucho), a pesar de rezar al mismo Dios, ellos sí ensalzan y celebran Pentecostés, y por supuesto como debe de ser, con gran pompa.

¿Es comprensible para un cristiano esas divergencias y enemistades?

domingo, 23 de mayo de 2010

DETRACTORES

Los españoles hemos sido siempre detractores de todo lo nuestro, y con lo de siempre me refiero a lo que yo personalmente recuerdo, que es un pequeñísimo espacio dentro de lo que es la historia de España.

Durante el régimen anterior, en la época de la gran emigración, los que se marchaban, junto con el deseo de trabajar y ganar dinero, se llevaban consigo una cierta recriminación contra el gobierno, que se demostraba con un desprecio hacia todo lo español. Aunque después se comprobaba que no era cierto, porque vivir fuera del país hace ver las cosas muy distintas, y los recuerdos hacen olvidar, y perdonar aspectos del pasado.

Actualmente seguimos igual en cuanto al desprecio de lo español. Al menos es lo que se respira en las tertulias radiofónicas, en la prensa y en cualquier reunión de vecinos. Y observando este proceder me llama la atención que todas las quejas y lamentaciones van dirigidas, como antaño, al gobierno. Y seguro que hay razones para la crítica, pero con las quejas y muestras de desprecio no ganamos nada, sino perdemos. Ante todo perdemos confianza en nosotros mismos, actitud que irremisiblemente nos arrastra al pesimismo.

Nos hace falta una voz capaz de transmitirnos confianza, y creo que eso es posible siempre y cuando sea una voz fresca, nueva, sin ataduras a lo establecido, y por supuesto sincera y honesta.

¿Es pedir mucho? ¿Y si todos nos dedicamos a decir con sentido crítico lo que está mal, pero también lo que está bien?

sábado, 22 de mayo de 2010

LA MEMORIA

"¿Qué opinarán los españoles en el futuro cuando se refieran a nuestra época?"

Esta pregunta me la planteaba un amigo no hace mucho, y yo le contesté, asombrado, por supuesto: "¡qué van a decir! ¡Nada!" "¡Cómo que nada!" exclamo él, aún más asombrado que yo, "¡con la que está cayendo!".

Intenté explicárselo. "Los españoles tendemos a olvidar con una facilidad pasmosa, y lo demuestra esa encuesta que circula por ahí, que viene a decir que de diez españoles preguntados sobre los gobiernos que hubo en España entre 1900 y 1930, 9,2% no tienen la más remota idea. Del siglo anterior, mejor pasar a otra cosa".

Sobre Franco las respuestas son afirmativas en cuanto a que existió hace algunos años, y que fue un perverso mandatario, pero pocos aciertan en qué época y cuántos años exactamente gobernó España.

Mi amigo, que no conocía la estadística no salía de su asombro. "Por eso, no te alarmes, y no temas que nuestros descendientes se formen una mala opinión de nosotros, porque a ellos solo les interesará cómo conseguir una subvención para ir tirando".

Mi amigo me miraba incrédulo. "Sí, sí, créeme. Mira si somos olvidadizos que, además de esos flagrantes olvidos del pasado, que casi serían perdonables, hoy nadie se acuerda de lo que prometía nuestro presidente la semana pasada. Así que tú, tranquilo, que nadie nos juzgará por hacer las cosas tan mal, porque nadie nos recordará".

Cuando me quedé solo, me marché a casa preguntándome, ¿acaso hemos vivido para que alguien nos recuerde?

viernes, 21 de mayo de 2010

EL OFICIO DE CRITICAR

Los españoles tendemos a criticar con suma ligereza todo lo que se interpone en nuestro camino. Y además, con un tono de agravio. Y yo no sé si empleamos ese tono desabrido porque no estamos dispuestos a aportar una sola solución o simplemente porque ni la tenemos, ni queremos tenerla ni nos importa una haba la cuestión en sí, ni la solución.

Pero criticamos, ese es el oficio que mejor cumplimos. Y lo hacemos todos, desde los que nos movemos por la base de la estructura piramidal de la sociedad, hasta la cabeza visible que se asienta en la cúspide.

Y cada día lo podemos observar cuando la gente se reúne en el bar, o en la tienda, o en el trabajo, o en una reunión de la comunidad de vecinos. Y lo hace hasta el propio gobierno, que muchas veces uno no sabe si el gobierno es el gobierno o es la oposición, porque tanto uno como el otro se critican con la misma ferocidad y sin aparentes diferencias. Cosa bastante incomprensible, al menos para mí, pero, qué le vamos a hacer. Somos así.

Claro que, ¿por qué el gobierno debería ser diferente si emana del mismo pueblo?

jueves, 20 de mayo de 2010

LOTERÍAS

Los españoles, que somos extremados en todo, también lo somos jugando a la lotería. Los juegos de azar nos chiflan. Solo hay que observar en cualquier administración de loterías el flujo de gente que entra cada día, y a ciertas horas las colas que se forman.

Y eso todos los días de la semana, porque como cada día hay un sorteo, los aficionados tientan a la diosa Fortuna a ver si les echa un ojo, cargándose con un montón de papeletas.

Los hay que compran papeletas para todos los sorteos, la lotería nacional, la primitiva, el gordo, las quinielas, carreras de caballos, la otra primitiva... "tres para el viernes y dos para el domingo" se oye decir. Y así uno detrás de otro. Una pasta se ha dejado la gente cuando sale del chiringuito.

Eso en lo que respecta a las ofertas del Estado, porque después tenemos los conocidos numeritos de los ciegos. La ONCE, que se ha instalado en nuestro país con las raíces bien profundas. Y no me olvido de las maquinitas que se encuentran en todos los bares, cafeterías y tascas, así como de los Bingos y Casinos, que tampoco son moco de pavo.

Y yo me pregunto. ¿Jugar con tanta fruición es fruto de la pasión, que la gente sueña con el gran golpe, o es porque le apremia la necesidad?

¿O tal vez sea que se confía poco en el trabajo y el único modo de salir del agujero es si nos sale el gordo?

miércoles, 19 de mayo de 2010

MEDIDAS JUSTAS

Las duras medidas que el gobierno español está obligado a tomar para intentar que nuestra economía no termine siendo un caos total, ha empezado por unos sectores demasiado débiles ya de por sí. Pero bienvenidas sean si solo son el principio, porque por algún sitio hay que empezar.
No es lo más digno, es cierto, comenzar precisamente por los más débiles, y menos aún llevado a cabo por un gobierno cuya razón de ser es la defensa de los trabajadores. Al menos es como se definen ellos mismos.
Pero ya digo, si estamos mal y no queremos quedarnos soterrados bajo el fango, todos hemos de aportar nuestra contribución, porque, lo que no podemos es reconocer que hemos de hacer algo para remediar la maltrecha situación, y al mismo tiempo esperar que esas medidas no nos afecten a nosotros y solo sean los otros quienes tengan que apretarse el cinturón.
Y si comenzar por los más débiles no es precisamente lo más digno, de malvado podríamos tachar al gobierno si no siguiera tomando medidas en otros sectores, comenzando por ellos mismos para que no se repitan los ejemplos que han dado hasta ahora, gastando inmesas fortunas en salarios, subvenciones, dietas, actos, privilegios y despilfarros varios, porque, con toda seguridad si esos ejemplos continuan encenderán la sangre de los más débiles.
El gobierno asegura que lo hará, pero lo malo de esto es que a estas alturas pocos creen ya en sus palabras.

lunes, 17 de mayo de 2010

DIFERENCIAS

En ocasiones oigo decir que los políticos son todos iguales, y no estoy del todo de acuerdo. Es posible que todos sean codiciosos, tal vez también egoistas, por supuesto vanidosos. Pero todo eso son aspectos de la condición humana, es decir, que esos vicios los encontramos por todas partes, en todos los gremios, y también en aquellos que aborrecen la política.
La diferencias aparecen cuando nos adentramos a analizar su profesionalidad, su grado de objetividad, su proceder. Y más aún cuando observamos a aquellos pueblos que ya no recuerdan cuándo se instauró la democracia en su país.
En estos lugares van sucediéndose las legislaturas y los ciudadanos apenas aprecian cambio alguno. Han de pasar bastantes años con gobiernos del mismo color para que se acusen las diferencias.
En cambio nosotros, que nos llenamos la boca repitiendo lo demócratas que somos, a las veinticuatro horas de haber ganado unos comicios, corremos a deshacer lo que había hecho el gobierno anterior, para que no existan dudas de quien manda aquí.
Esas diferencias son las que me inclinan a pensar que no todos los políticos son iguales. Porque siendo todos malos, unos son peores que otros.

domingo, 16 de mayo de 2010

ERRORES Y ACIERTOS

Los tiempos que corren no son precisamente los adecuados para decir lo que estoy pensando, pero... así es como lo pienso.

Soy de la opinión que el ciudadano debe de ser siempre crítico con el gobierno, sea el que sea, y no dejar pasar el menor desliz.

Dicho esto, añado que no me parece bien que la oposición esté constantemente resaltando y exagerando las maniobras del gobierno. Que sí, que sí, que es su obligación, lo sé, pero, ¿acaso el gobierno nunca hace algo aceptable para que se le reconozca? Porque si es así y la oposición no lo dice, su credibilidad se viene abajo.

Lo triste es que el gobierno hace y dice lo mismo. Solo resalta y exagera las pifias de la oposición, que supongo alguna vez también hará algo acertado. Digo yo. Y naturalmente, resaltar solamente los errores y no mencionar jamás un acierto, su credibilidad se queda tan por los suelos como la de la oposición.

Y así llevamos la tira de años, tirándonos los trastos a la cabeza. Triste panorama. Tristísimo, porque, señores, eso no es la democracia. Además, ensalzar las virtudes del adversario engrandece a quien las dice. ¿Habrán pensado nuestros políticos alguna vez en ello?

sábado, 15 de mayo de 2010

LA PRECARIEDAD QUE NOS OPRIME

Me llama la atención, y hasta me escama, que con una situación ya reconocida oficialmente de máximo desastre económico, y que a pesar de ser una cuestión que nos afecta muy de lleno, los medios de comunicación apenas se hagan eco del tema. En cambio hablan de un juez que ha sido imputado por prevaricación.

¡Menuda polvareda ha levantado la noticia!

No quiero decir que no la tenga, pero en España, más o menos, eso es el pan de cada día. ¿Quién no saca provecho de su posición? Pues, eso. Lo mismo que todos aquellos que disponen de un puesto medianamente relevante. ¡Imagínese usted aquellos que tienen las sartén en sus manos!

Pero, con esos disparos de distracción nos pasamos las horas, y entretanto la deuda nos engulle. De momento con medidas pésimas, pero digeribles, y a no tardar, cualquier día de estos nos desayunaremos con la noticia de que ya somos pobres. Muchos ya lo son, es cierto, pero quedan todavía muchos que no se han dado cuenta, que todavía se sienten protegidos contra la peste de la pobreza. Pobres.

Tal vez si seguimos hablando del juez tardemos más en percatarnos de que la precariedad nos está oprimiendo cada vez más. O a lo mejor seguimos sin darnos cuenta de nuestra pobreza hasta que dejemos de respirar.

viernes, 14 de mayo de 2010

CRISIS

Ayer me crucé en la escalera con un vecino, mayor él, con quien hasta entonces apenas había cruzado más palabras que los buenos días.

Desde lejos noté que estaba más que indignado, y rompiendo la prudencia que le había mantenido tanto tiempo distanciado, el hombre me paró y durante casi media hora me convertí en el muro de sus lamentaciones.

Y cuanto más hablaba, más acalorado se ponía. Y es que al igual que el resto de los españoles, impotentes ante los acontecimientos que últimamente tanto nos agobian, y que no pronostican un futuro sosegado sino bastante revuelto y muy inseguro en cuanto a nuestra economía, el hombre había tenido noticia de la congelación de las pensiones, y eso le parecía una canallada... y muchas más cosas, todavía mucho peores.

El hombre se deshacía repitiendo una y otra vez que cómo podrían vivir él y su mujer en el futuro con menos de ochocientos euros mensuales, cuando en el presente ya les era bastante difícil llegar a fin de mes con esos ingresos, mientras los recibos de teléfono, gas, electrididad suben cada año más de un diez por ciento. "¡Y no digamos la compra diaria!"

Yo, que acababa de dejar a mi primo, funcionario de la sanidad, con ingresos netos de más de dos mil euros mensuales, y todavía me sonaban en los oídos sus quejas y lamentaciones, me pregunté si el gobierno tiene en cuenta el drama que sus decisiones ocasionan en cada uno de los ciudadanos.

Y continuo con la duda porque el tren de vida de los políticos no cambia por mucha crisis que penda sobre todos nosotros, y los gastos que originan tampoco merman un ápice, por lo que siguen, hoy como siempre, alejados del pueblo.

¿Llegará un día que también el pueblo viva de espaldas a los políticos?

SENTIMIENTOS

Es curiso observar cómo actúan las personas ante una resolución judicial en la que al culpable le caen rayos y truenos sobre su cabeza, precisamente por su mala cabeza.

Puede tratarse de un vivales, un sinvergüenza o un criminal, cuyos reprochables actos han puesto a la multitud durante años en estado de guerra. Unos a favor y otros en contra.

Haciendo un paréntesis diremos que casos ha habido que han condenado a un inocente, pero son excepciones. Lo normal es que si a uno lo condenan, no es precisamente por ser santo. Al menos actualmente. Otra cosa es si nos referimos a otras épocas, que no es el caso.

Hoy se ha decidido sentar en el banquillo de los acusados a un popular juez que, desde hace años viene ganándose la simpatía de muchos, y la antipatía de otros tantos, para los que el magistrado en cuestión se ha comportado en todo ese tiempo como un caradura, ha sido un aprovechado y no sé cuántas cosas más. Ninguna de ellas para resaltar una sola virtud, desde luego.

Y nada más el interesado tuvo noticia del veredicto se puso a llorar, según versión de unos testigos que presenciaron el hecho. Y quien me lo contaba, uno que en los últimos tiempos no hizo más que poner a caldo al mencionado juez, para mi asombro, vino a decir: "¡pobre hombre, me da una lástima!"

jueves, 13 de mayo de 2010

UNION EUROPEA

Es de esperar que los acontecimientos de estas últimas semanas que nos han mantenido el alma en vilo, y que para nuestra desgracia todavía colean, sirvan para que los gobernantes europeos sean conscientes de que tienen que poner más rigor en sus decisiones.

Cierto que no son adivinos y no se les puede exigir que acierten siempre en sus previsiones, pero tienen la obligación de evaluar con mayor acierto situaciones venideras, en primer lugar porque para eso ocupan puestos de responsabilidad, y también porque manejan datos que el resto desconocemos.

Porque las consecuencias de su proceder son sosiego y bienestar en la población si actúan con sensatez y rigor, o todo lo contrario: la pobreza. Y actualmente los nubarrones que todavía se ciernen sobre nosotros nos hacen temer lo peor.

En pocas palabras, lo que quiero decir es que la Unión Europea no puede seguir manteniendo una única moneda y dieciséis formas distintas de administrarla, por lo que urge que se alce una voz que marque una norma idéntica para todos por igual.

De lo contrario, el caos. O sea, lo que estamos viviendo, que, esperemos, todavía sea reparable.

miércoles, 12 de mayo de 2010

EL PASADO Y EL FUTURO

Personalmente no creo que sea cuestión de nostalgia, más bien creo que es falta de originalidad, o tal vez pereza, o posiblemente miedo o incapacidad de afrontar el futuro. No lo sé, aunque lo más seguro es que sea un poco de todo ello.

Me refiero a que los españoles hablamos solo, y demasiado a menudo del pasado, y nada o muy poco del futuro. Parece que nos ha entrado la fiebre del pasado. Todos queremos arreglar a nuestro gusto lo que pasó, sin querer asumir que lo sucedido en el pasado se quedó anclado en el tiempo y por muchas vueltas que le demos no lo vamos a cambiar.

A lo mejor se trata de que todos quieren dejar constancia de que sucedió como ellos lo ven. O como si un cierto remordimiento les oprimiera el alma y quisieran dejarlo bien asentado . Lo que pasa es que hay tantos que quieren opinar que al final el corral se convierte en gallinero.

En cambio, del futuro hablamos poco. Eso de remangarnos y ponernos manos a la obra para construir, formar, ilusionarnos con los proyectos... de eso, parece que huyamos como de la peste. Lástima, porque creo que si empleáramos construyendo el futuro la mitad de las energías que gastamos reconstruyendo el pasado, mucho mejor nos iría.

¡Ah! Un descuido. Porque los políticos rompen mi teoría. Ellos sí hablan del futuro. ¿No se han fijado ustedes? Sus frases favoritas siempre son: "aremos" "vamos a hacer" "el año próximo estaremos mejor" "construiremos las bases para..."

Aunque sea un futuro indefinido.

martes, 11 de mayo de 2010

TIRON DE OREJAS

Respecto al cambio que se ha visto obligado a efectuar nuestro presidente en cuanto a esa cosa tan simple que es nivelar gastos e ingresos, la expresión que más se ha leído en los periódicos ha sido "un tirón de orejas", refiriéndose a las exigencias de Bruselas.

Me parece que la frase no refleja la realidad, por benigna. La cosa es mucho más seria como para dejarla con un tirón de orejas, porque en juego, además de la imagen de falta de seriedad de los españoles, que esa ya nos la hemos ganado, está el futuro de más de cuarenta y cinco millones de españoles. E insisto, con la mencionada frase no trasciende el riesgo que estamos corriendo de volver a épocas de pobreza.

Naturalmente, la pobreza no llegará para todos por igual, que los políticos bien que están haciendo sus apartados en previsión por si vienen las vacas flacas. Ellos, ya lo sabemos, se preocupan por los necesitados, pero en primer lugar viene uno mismo, y eso lo entiende cualquier, ¿no?

Siempre ha sido así. Hasta en épocas de hambruna hay gente que sufre indigestiones casi a diario.

lunes, 10 de mayo de 2010

FORMACION

La formación, que tiene mucho que ver con la educación, está en mínimos. Eso lo saben hasta los que no saben nada. Y no solamente en España, lo cual no es un consuelo, pero como es sabido, nosotros que somos quijotes y extremados, siempre queremos sobresalir, dar la nota, estar por encima de los demás, creyéndonos que así somos mejores que los otros.

Y con tal de dejar constancia de nuestra idiosincrasia y nuestro proceder ejemplar, nos mantenemos en nuestros errores convencidos de que son los otros los equivocados; que son los otros los que tienen que rectificar...

Sin embargo, en cuestión de formación, según anuncian esos informes que hablan de comparaciones entre los diferentes países de nuestro entorno, nosotros llevamos el farolillo rojo, lo cual demuestra que ser diferentes a los demás no siempre es motivo para estar orgullosos.

Pero en eso de la formación siempre hemos tenido una tara aquí en España. Desde siempre. No hace muchos años todavía se decía aquello tan denigrante: "pasas más hambre que un maestro de escuela". Un ejemplo de que las autoridades nunca se han ocupado mucho de algo tan "banal" como es la formación.

Actualmente, como somos demócratas, no decimos autoridades sino políticos. Pero es el único cambio, porque el interés de los políticos en que los chavales se formen para el día de mañana, es el mismo que tuvieron antes las autoridades. O sea, ninguno. Ellos a lo suyo.

domingo, 9 de mayo de 2010

CREDIBILIDAD

En épocas de hambre la gente humilde consideraba la honradez como su único patrimonio. Tener la imagen de persona honrada le permitía a uno llamar a las puertas con suficiente dignidad como para no avergonzarse. Era algo similar al honor en tiempos más antiguos.

Actualmente, sin que esas expresiones hayan perdido su significado, se llama credibilidad, que no siendo exactamente lo mismo, viene a se igual. O sea, que si usted no es honrado, y su palabra no vale un pimiento, usted ha perdido la credibilidad.

Llegado a este punto, ya se sabe, si usted es un potentado, seguramente lo acusará menos, pero si su economía está por los suelos, la posibilidad de que allá a donde vaya se encuentre la puerta cerrada es muy grande. Es más, es seguro.

Y si usted quiere hacer de su camisa un sayo, pues bien, allá usted, pero si es el jefe de la empresa quien está poniendo en juego la supervivencia de la misma por su mala gestión, comienza a ser preocupante, porque me atañe. Y si el que ha perdido la credibilidad es el jefe de gobierno por su mal hacer y sus mentiras, con lo que, además de dejarnos en ridiculo, nos arrastra a todos a la ruina, entonces la situación no es preocupante sino terrorifica, porque de ahí al sálvase quien pueda solo hay un paso.

Es lo que tenemos, por lo tanto, que Dios nos pille confesados.

sábado, 8 de mayo de 2010

AMISTADES

Es conocido la rapidez, no exenta de ligereza, con la que aquí llamamos a alguien amigo. Yo diría que a veces hasta raya en frivolidad.

Y así sucede, que con la misma rapidez como hacemos amigos, igual de rápido recibimos desengaños. Y con esto no me refiero a esos "amigos" de veinte minutos, esos que nos han presentado en una cafetería por casualidad y ya no volvemos a ver más en toda la vida, porque éstos no nos pueden desengañar.

No, me refiero a esos que conocemos años, aunque a veces la distancia no nos permite ver más de una vez al año, o tal vez menos, pero que seguimos manteniendo el buen recuerdo en nuestra mente y el sentimiento de la amistad en nuestro corazón.

En este caso el teléfono es el medio ideal para mantener la llama de la amistad, porque no solamente intercambiamos las novedades, sino que oímos la voz del amigo, a mi entender muy importante. Y éstos sí que pueden desengañarnos.

Yo he tenido dos o tres casos últimamente que, supongo por un mal entendido que desconozco, no han atendido más mis llamadas. He recapacitado sobre las últimas conversaciones y, sinceramente, no recuerdo haber dicho una palabra ofensiva, o una expresión molesta. En cualquier caso nunca estuvo en mi intención... aunque, si se han sentido ofendidos será porque me habré expresado mal, no cabe duda.

Ahora bien, si ha existido la amistad, ¿no sería el momento de un comentario y eliminar malentendidos en vez de dar la callada por respuesta?

FELICIDAD

Todos sabemos que la felicidad es difícil de alcanzar, y si acaso en algún momento la alcanzamos, dura menos que un helado al sol en verano.

Es cierto, la felicidad es efímera, y lo sabemos, mas no obstante, todos la perseguimos, la mayoría sin perder la esperanza de alcanzarla. Y aunque parece una contradicción más del hombre, debemos dar gracias a Dios de que al menos aún nos queda la esperanza, porque, si no... sí, ¿qué nos quedaría si no?

Es lo que me digo a veces cuando pienso en la gente que vive largas etapas de su vida en ese estado que solemos llamar depresivo, cuyas causas para llegar a ese extremo, digo yo, debe ser cuando se ha perdido toda esperanza ante la vida.

La falta de ilusión nos va alejando cada vez más de la felicidad, y nos arrastra al polo opuesto, que no es la infelicidad, sino más allá, a ese lugar donde el hombre no sabe qué hacer con su vida y todo le es indiferente y comienza a vivir al margen de lo que le rodea, sin esperanza.

¿Las causas de esa depresión? Seguramente hay muchas, y en cada caso será diferente, pero tal vez poner en la vida expectativas muy altas puede ser una, porque la decepción, primer paso a la depresión, puede ser grande.

Es mejor ilusionarnos en las cosas pequeñas, porque son más fáciles de dominar y nos traen igual satisfacción.

viernes, 7 de mayo de 2010

HONRADEZ

"El buen paño en arca se vende" era una expresión que se usaba no hace muchos años con bastante frecuencia, y al mismo tiempo expresaba una realidad. La buena calidad de un producto era buscada y apreciada.

En cambio hoy en día lo que no se anuncia no se conoce. Y lo peor es que como lo que se conoce es lo que se anuncia, al consumidor no le queda tiempo para pensar si además de lo que se anuncia habrá alguna otra cosa. De tal modo que acaba mareado, e inseguro en la decisión, acaba comprando... lo que más se anuncia.

Los psicólogos conocen muy bien el comportamiento del ser humano, y le sacan provecho, lamentablemente, muchas veces llevando a límites fraudulentos su afán de promocionar sus productos.

Y no es cuestión de que exista un ministerio con un sin fin de agentes controlando tienda por tienda quién está llevando a esos extremos ilícitos los anuncios de sus productos, sino que debería de emanar del propio fabricante o comerciante, marcarse los límites, y no dejarse llevar de la codicia y pensar que todo es correcto con tal de hacer caja.

Pero la honradez se ha ido quedando poco a poco por los caminos al igual que la frase del buen paño que se vendía sin promocionar.

jueves, 6 de mayo de 2010

EL OCASO DEL BIENESTAR

En realidad la explicación del problema económico que nos acucia es bien sencillo. Todo se reduce a no gastar más de lo que se tiene.

Y a mano tenemos una pequeña historia que nos ayuda a comprender cómo hemos llegado hasta aquí. Hasta hace unos cincuenta años los europeos no soliamos comprar a plazos. El traje o los zapatos que hacían falta, hasta no haber ahorrado el dinero que costaba el artículo en cuestión no lo comprábamos... y entonces nos alcanzó la guerra y llegaron los americanos, que como ya era la segunda vez que venían a Europa a sacarnos las castañas del fuego, quizás para que no se repitiera una tercera, se quedaron, y con ellos algunas de sus costumbres, y nos enseñaron que, ¡para qué esperar a lucir unos zapatos nuevos cuando el ahorro podía llevarse a cabo posteriormente!

Menuda alegría no desató entre la gente el sistema de los plazos. ¡Es cierto! ¡Es una ganga! gritaban igual que si hubieran descubierto los beneficios del agua.

Y la verdad es que el sistema nos trajo el bienestar, pero, como todas las cosas, si abusamos estropeamos el juguete.

En una palabra, el individuo no puede gastar más de lo que gana, como tampoco puede hacerlo la familia, ni el gobierno, porque más pronto que tarde no se puede hacer frente a las facturas, y entonces, morosos y sin crédito, ya no nos queda nada.

miércoles, 5 de mayo de 2010

NOS HACEN REIR

A la gente le parece injusto que muchas de las ministras que nos gobiernan actualmente, personajes que de cultura general van escasos de equipaje, eso salta a la vista, y que tal vez por eso cada vez que salen a escena no hacen otra cosa que hacernos reír, y a la gente, como digo, le molesta que encima cobren esos sueldazos que cobran como ministras.

A mí, sinceramente, no me parece tan mal. Quizás en este caso lo exagerado es que cobren tanto, porque algunos cómicos que consiguen hacernos reír con mucha más originalidad, no cobran tanto. Y eso sí que me parece injusto.

Ah,sí, no se apresuren a tildarme de feminista, que hay ministros que están a la altura de ellas, aunque debo confesar que no estoy seguro de si es a partes iguales.

Pero lo más injusto puede que no sea todo lo anterior, sino que la gente se lamente de los espectáculos que nos deparan nuestros representantes, porque, a fin de cuentas los hemos elegido nosotros.

REYEZUELOS

A veces la gente tiende a creer que cuando critico al gobierno es porque estoy del lado de la oposición. Craso error.

Y cuando critico a la oposición piensan que es porque estoy de acuerdo con el gobierno. Otro monumental error.

Con los políticos, con todos en general, hay que ser críticos, porque necesitan que alguien les azuce para que no se duerman, y como quien más responsabilidad asume es quien dirige la escena, es a éste a quien no hay que quitarle el ojo de encima.

Y si hacen algo bien, hay que decirlo también, pero sin exagerar. Al fin y al cabo es su obligación hacer las cosas bien.

Lo malo es que no aceptan la crítica porque no han mamado la tolerancia, como tampoco han conocido lo que es vivir en un sistema democrático. Durante demasiados años han sido gobernados a base de decretos, y ahora, alcanzado el poder, gobiernan como reyezuelos. Es lo que han conocido.

Si al menos fueran algo más modestos y no repitieran tan a menudo lo demócratas que son...

martes, 4 de mayo de 2010

LAS DOS ESPAÑAS

El panorama es cada día más oscuro. Si uno escucha la opinión de los financieros es para echarse a temblar. Y si uno recapacita sobre lo que está sucediendo a su alrededor es para salir corriendo.

Y mientras estamos viendo cómo se desmorona el estado del bienestar, creciendo el paro continuamente, la bolsa con caídas que asustan, el gobierno gastando más cada día, las comunidades superando al mismo gobierno en sus gastos, la corrupción de los políticos alcanzando cotas alarmantes, un desmoronamiento institucional galopante... vienen cuatro pidiendo que se reconstruyan los hechos acaecidos hace setenta años, como si no fuera más importante, y por supuesto mucho más urgente, acometer y dar respuesta a la amenaza que pende sobre nosotros, para que el hombre de a pie deje de vivir agobiado y en constante zozobra.

¿Pero esos hombres tienen los pies en el suelo? ¿Viven en el mismo país que esa inmensa mayoría de españoles cuya mayor preocupación es cómo llegar a fin de mes sin inflar más sus deudas?

¿Cuándo acabaremos en España con esa antiquísima tradición de que la clase política sea una casta llena de privilegios y beneficios, con salarios desorbitados y seguros, mientras una gran mayoría de españoles tengan que vérselas y desear para comer decentemente?

No cabe duda de que las eternas dos Españas se esconden tras los administradores y los administrados.

lunes, 3 de mayo de 2010

EXPECTATIVAS DE VIDA

Es posible que no guarde relación, pero es curioso que las espectativas de vida se hayan incrementado, ¡y de qué manera!, desde que la natalidad ha comenzado a disminuir.

Es un hecho que somos una nación envejecida, (por cierto, uno de los pocos ejemplos en los que nos parecemos al resto de los europeos), y en ese sentido se oyen agoreras exclamaciones que nos pintan un futuro muy oscuro.

Pero también es cierto que los españoles disfrutamos de un nivel de vida como nunca antes. Ya no somos ese país en el que se prodigaban escenas de madres con un niño en brazos y tres o cuatro cogidos a sus faldas, con mocos, medio harapientos y pidiendo un pedazo de pan para calmar el hambre... y toda la miseria que envolvía a la mayoría de la gente.

Gracias a Dios estamos lejos de aquellos escenarios, y los motivos que nos han permitido salir de la ciénaga seguramente son varios, pero a mí me da que pensar que la escasa natalidad es sinónimo de bienestar y, a su vez, longevidad.

domingo, 2 de mayo de 2010

FIESTA DEL TRABAJADOR

Nunca me ha gustado decir fiesta del trabajo. Para mí, si hay alguna fiesta que celebrar es la de los trabajadores. Y a mi entender, todo lo que se celebra no es otra cosa que la conmemoración de algún acontecimiento, aunque con el bienestar se haya perdido la noción de por qué celebramos algo.

Bueno, es posible que esté equivocado y el motivo de olvido de aquellas gestas dignas de rememorar no sea el confort que nos envuelve, sino tendencias y manipulaciones de los medios que por posibles intereses ocultos nos dirigen por donde más les conviene, pero eso es cuestión de criterios.

En cualquier caso, un hecho es que la multitud hace caso omiso de la celebración, sin dejar de celebrarlo, que aunque lo parezca, no es contradictorio. Y lo demuestra el hecho que pocos acudieron a la conmemoración, ni tan siquiera todos los que viven de ello, pero tampoco la gran marea humana acudió a su puesto de trabajo, muchos sin conocer la causa de la fiesta.

Es, como digo, la tendencia actual, en este caso no recordar a aquellos que murieron para que nosotros podamos disfrutar, entre otras muchas ventajas, de un día de fiesta el primero de mayo.

Y sucede con casi todas las fiestas que celebramos. La gente espera el puente para salir corriendo, para la escapada... ¿Conocen muchos jóvenes, por ejemplo, por qué celebramos la Pascua de Resurrección?

sábado, 1 de mayo de 2010

SENADORES

Ahora, para mayor idiotez y para que nadie dude de nuestra estupidez, en el senado se hablarán oficialmente algunas de las lenguas que se hablan en España. Y yo me pregunto si nuestros pastores habrán decidido tal memez para así poder justificar, de una vez por todas, que si los españoles hasta ahora no nos entendíamos era porque hablábamos una lengua no común a todos.

No quiero explicar el bochorno que me produce pensar en este despropósito, y solo me limitaré a resaltar el costo que esta decisión nos costará a usted y a mí, no a ellos que, sin miramientos de ninguna clase, todavía hoy continuan disparando con pólvora del rey.

Si fuéramos una sociedad avanzada, culta y con sensatez, en vez de serrín, en nuestras cabezas, la solución habría llegado por un camino más lógico, por ejemplo, que para acceder a la carta de senador el requisito indispensable no debería de ser otro que conocer las diferentes lenguas que se hablan en España.

A los españoles nos saldría más barato, y al mismo tiempo tendríamos un concepto mucho más alto de los políticos, porque estarían al nivel de sus homólogos de esos países en los que hablan diferentes lenguas y no necesitan traductores.